Por: Felipe Mejía, cultivador de caña
Los agricultores de caña, en nuestra región, nos hacemos con frecuencia esta pregunta y la preocupación es mayor hoy, cuando Cenicaña nos entrega variedades que naturalmente maduran después de los 13,5 meses, que debería ser su edad óptima de cosecha, pero observamos que los ingenios, presionados por la disminución de la productividad en el campo, se ven obligados a cosechar más temprano, con las correspondientes disminuciones de TCH y TAH.
Para responder la pregunta, hice un análisis financiero que permite incluir las variables que creo son más importantes para tomar una decisión informada con respecto a la edad de cosecha. Para el análisis tenemos que considerar que dejaríamos de producir caña en los últimos meses de su crecimiento vegetativo. Cenicaña nos ofrece alguna información estadística que nos permitiría saber (al menos para algunas variedades) cuánto crecería la caña anticipando la fecha de corte. Teóricamente podríamos saber cuánto se deja de producir. Según la gráfica para el mes 10 la caña ya ha producido el 92% de su tonelaje, dejando tan solo el 8% para los últimos meses.
El siguiente análisis financiero se construyó comparando los flujos de efectivo de dos suertes cosechadas a los 12 y a los 14 meses y considerando un ciclo de 16 años. También, tuvimos en cuenta las siguientes variables:
- Producción últimos 2 meses: 11 toneladas
- Adecuación, preparación y siembra: tiempo 4 meses, costo $6.9 millones/has
- TCHM Plantilla 9.6
- Caídas de producción corte a corte 3%
- Precio $2,759 ton.
Es evidente, según la gráfica a continuación, que la caña cortada a los 12 meses obtiene dos cortes más que la que se cosecha a los 14 por la mayor frecuencia de cortes. Observamos entonces, que estos dos cortes compensarían con su producción, las toneladas adicionales dejadas de producir con la caña que se habría cosechado a los 14 meses. Si sumamos la utilidad antes de impuestos del año 1 al año 16, la caña cortada a los 12 meses obtiene $8 millones de más que la de 14 meses. Si traemos esos flujos futuros a valor presente la diferencia entre los dos ejemplos sería $6 millones a favor de la cortada a 12 meses. Cabe aclarar que en este ejercicio no consideramos las pérdidas de sacarosa por anticipar el corte a su edad óptima de maduración natural.
Ingresos comparativos
Según lo anterior, si cortamos a 12 meses. Es importante lograr que el corte siempre se efectúe a comienzos del verano porque es la época seca, en la cual se protegería la cepa y se podrían hacer mejor labores postcosecha, pero requeriríamos para ello variedades que sean diseñadas para que genéticamente expresen todo su potencial de producción en esos 12 meses (que aún no tenemos); y ahorraríamos agua, pues cuando la suerte esté en su etapa de mayor crecimiento, coincidiría con la época de lluvias.
También al ofrecer menor producción en términos de TCH, aseguraríamos caña más erecta, ideal para mejorar la calidad del corte, pero necesariamente habría que aumentar la capacidad instalada para cosechar y moler simultáneamente y entrar en ciclos de corte anuales, con muchísima más caña para moler en pocos meses. Ese, quizás para algunos, sería un escenario ideal, pero es utópico pensar que pueda ser igual para todos los agricultores y menos, para todos los ingenios.
No obstante, si solamente analizamos este aspecto financiero, estaríamos siendo muy limitados, pues el asunto, para la agroindustria en general, del Valle del Cauca, es mucho más complejo.
Por eso es importante tener en cuenta los diferentes puntos de vista respecto a este tema y pongo a consideración la observación que hace Carlos H. Azcárate el cual lo podrán leer haciendo clic en el siguiente link: https://procana.org/site/la-cosecha-debe-hacerse-cuando-la-cana-esta-madura/
Lea la edición 147 de nuestra Revista Procaña: https://issuu.com/procana.org/docs/revista_147_septiembre
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