Fuente: CENICAÑA

Prácticas menos impactantes en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero, son posibles en la etapa agrícola de la cadena productiva de la Caña.

En balance los cultivos de Caña liberan 70.7 toneladas de Oxígeno por cada hectárea cultivada.

La producción de Caña, así como su procesamiento para la obtención de productos de valor agregado como azúcar, etanol y energía eléctrica, entre otros, es una de las tantas actividades que genera emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

Conocer la magnitud de estas emisiones permite gestionar los riesgos asociados e identificar oportunidades de disminución y mitigación, que a su vez, pueden contribuir con los compromisos adquiridos a nivel de país para la reducción de las emisiones globales. Por otro lado, conocer los puntos críticos en las fuentes de emisión y establecer estrategias de mejora, permitiría hacer los procesos más eficientes y sostenibles.

¿Qué es la Huella de Carbono?

Desde el punto de vista metodológico, es un indicador de las emisiones de GEI (Gases Efecto Invernadero) asociadas a una actividad o producto, evaluadas a través de un análisis de ciclo de vida.  Es un indicador de impacto y también, de desempeño ambiental.

¿Cómo se expresa y que emisiones incluye?

Se expresa en términos de toneladas de Dióxido de Carbono Equivalente (CO2e), porque incluye las emisiones de seis Gases de Efecto Invernadero (GEI):  dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), perfluorocarbonados (PFCs), hidrofluorocarbonados (HFCs), hexafluoruro de azufre (SF6).

¿En el Cultivo de la Caña, cuáles son las emisiones?

En la estimación de la huella de carbono, son tenidas en cuenta las emisiones directas e indirectas, asociadas a las actividades del proceso productivo. Para el caso del cultivo de Caña, las emisiones directas están asociadas con el uso de combustibles fósiles en la maquinara agrícola, en el transporte de personal y en otras labores de las haciendas, así como con aquellas emisiones que podrían generarse por la transformación del nitrógeno aplicado durante la fertilización y que puede convertirse en N2O. Por otro lado, las emisiones indirectas, son aquellas que, aunque no son controladas por el cultivador, son causadas por consecuencia de las actividades desarrolladas en el cultivo. Se encuentran en esta categoría, las emisiones producidas en la generación de electricidad que se consume en los sistemas de bombeo de agua para riego y en otras actividades de las haciendas; también las emisiones causadas por el proceso productivo de los agroquímicos utilizados y en las operaciones de acopio de la Caña para ser transportada al Ingenio (CATE).

¿Una Hectárea de Cultivo de Caña, cuánto emite?

Estimaciones realizadas por Cenicaña, para el año 2018, permitieron identificar que el 66% de las emisiones en la etapa de cultivo corresponden a emisiones directas. De este porcentaje, específicamente, el 50% de las emisiones corresponde a las pérdidas de nitrógeno en forma de N2O y el 16% por el uso de combustibles fósiles. Esto significa que, por cada hectárea cultivada, se emitieron 1137 kg de Co2 equivalente, asociados a estas dos fuentes. El 34% restante de las emisiones fueron indirectas, asociadas a la producción de la energía eléctrica consumida y la producción y transporte de los agroquímicos utilizados en el proceso.

¿Cuál es el balance de captura y liberación de Oxigeno del cultivo de Caña?

Teóricamente, las plantas absorben CO2 y liberan oxígeno como producto del proceso de respiración. Estimaciones realizadas por Cenicaña, para el año 2018, indican que la cantidad de carbono fijado por la Caña en el Valle del río Cauca pudo ser equivalente a 101 toneladas CO2/ha. Esto implicaría la liberación de 70.7 toneladas de O2 por cada hectárea cultivada.

¿Cuál es mi aporte como cultivador en la cadena productiva?

La disminución de la huella de carbono en el cultivo de Caña tiene, además, un impacto positivo sobre los productos derivados. Esto significa que la huella de carbono del azúcar, la energía eléctrica y el etanol sería, en consecuencia, menor. De esta forma, se podría construir una mayor ventaja competitiva para toda la cadena de valor de la Caña, a la vez que se contribuye al aseguramiento de su sostenibilidad ambiental. 

Los agricultores de Caña están en la tarea

Un reto en la Agroindustria de la Caña es ofrecer desde la producción, cañas donde además de buena calidad se entregue la posibilidad de obtener una calificación respecto al uso de los insumos y de las buenas prácticas, que reducen la participación en la ‘huella de carbono’ y ser aliados en la cadena productiva aportando al objetivo de hacer una labor amigable con el medio ambiente.

En el marco del programa Fénix que los productores vienen adelantando desde el 2016 y en la responsabilidad individual de cada predio, existe prácticas que son visibles, probadas y comprobadas. Conozca algunas prácticas que reducen la ‘huella de carbono’:

Suelo

Reconstrucción de los diseños de campo, en consideración a la mejor opción para la operación de la cosecha

•             La colinealidad de los surcos mejora operación de las máquinas

•             Los circuitos de circulación cortos para los vagones de autovolteo, disminuiría la compactación del suelo y aumentaría la vida útil de las cepas

Uso de los residuos como material de cobertura en todas las calles

•             La cosecha mecánica permite dejar todos los residuos picados en las calles y esta cobertura permite conservar la humedad, disminuyendo la demanda de agua para el riego, esto hace suelo enriqueciendo la actividad microbiológica, permite disminuir el uso de fertilizantes de síntesis química y disminuye el uso de herbicidas

Agricultura de precisión

•             Permiten principalmente la cosecha mecánica con precisión y actividades como la aplicación de fertilizantes con tasa fija controlada y tasa variada. Uso de otras fuentes de nitrógeno en la fertilización

•             Sustituir la urea por fertilizantes con inhibidores, especialmente en suelos con pH un poco altos y aplicar los abonos granulados incorpo-rándolos al suelo garantizando la humedad. Incrementar el uso de abono líquido que disminuye sustancialmente las emisiones de CO2

Agua

Reducción del consumo de agua mediante mecanismos de riego más eficientes que permitan menor consumo de combustible

Medición de las necesidades hídricas del cultivo

•             La instalación de medidores de humedad en el suelo, pueden ayudar a calcular la verdadera necesidad de riego con mayor precisión

Aire

La maquinaria con tecnología avanzada permite disminuir el número de pases por labor y el consumo de combustible por kilómetro recorrido

Uso de otras fuentes de energía para el bombeo del agua de los pozos profundos

•             La posibilidad de instalar plantas fotovoltaicas permite la disminución del uso de fuentes tan impactantes como la de los motores operados con Diesel

•             La energía obtenida directamente del sol, puede usarse en la operación de bombeo, y no produce CO2

Eliminación de las quemas

•             La cosecha mecánica, permite hoy reducir esta práctica que es generadora de CO2. Incrementar el contenido de material orgánica que a su vez  mejora la asimilación del nitrógeno

Siembra de árboles y plantas protectoras del ecosistema

•             La siembra de corredores ambientales con diversas especies y de distintos portes puede tener un efecto benéfico en el corte de vientos, en el aumento de biodiversidad para control biológico y en la protección de los circuitos de combustión de agua

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