Por: Axel Von Sneidern
En Procaña contamos con un grupo de Nuevas Generaciones, un programa cuyo objetivo es motivar, como su nombre lo dice, a las nuevas generaciones de los agricultores de caña a participar en la actividad agrícola y gremial. Actualmente somos más de 120 integrantes, en su mayoría jóvenes, de los cuales algunos nos hemos involucrado activamente no solo en los comités de dirección, sino también en la junta directiva del gremio.
Nuestra mayor motivación al recibir de nuestros padres algunas responsabilidades en el manejo del negocio de familia, es aportar nuestras destrezas a programas que contribuyan a la sostenibilidad del sector y de la agricultura en general, siendo esta la base para el desarrollo social, ambiental y económico. En este contexto, la tecnología y la innovación desempeñan un papel fundamental.
Somos conscientes de que las nuevas generaciones enfrentamos varios retos importantes en el campo, entre ellos la implementación del Agro 4.0 y la rápida transición hacia una de las últimas tendencias a nivel mundial, conocida como Agro 5.0. Esto implica digitalizar los procesos agrícolas a través de nuevas tecnologías, el uso de máquinas autónomas y la colaboración con la inteligencia artificial para incrementar la productividad.
Otro de nuestros grandes desafíos se relaciona directamente con la preservación de los recursos naturales. El cambio climático está cada vez más presente en nuestras vidas y es nuestra responsabilidad como jóvenes implementar acciones que contribuyan aún más al cuidado de los ríos y cada gota de agua.
Igualmente, a promover el respeto por los suelos, recurrir al control biológico de plagas, plantar árboles para regenerar bosques y proteger las especies animales autóctonas de la región. Aunque muchas de estas prácticas ya se aplican en el sector, es crucial que sigamos explorando alternativas que nos permitan devolver a la naturaleza un poco de todo lo que nos ha brindado. También recae sobre nosotros la responsabilidad de legar un planeta saludable y fértil a las futuras generaciones.
Finalmente, es esencial que comprendamos que ser cañicultores en Colombia nos otorga una ventaja frente a otros países, tenemos las condiciones perfectas para producir en promedio más toneladas de caña por hectárea que cualquier otro país en el mundo. ¡Esto debería llenarnos de orgullo no solo a los cañicultores sino a todos los Vallecaucanos!
Y como miembros del grupo de nuevas generaciones tenemos la responsabilidad de continuar ese esfuerzo que han hecho nuestros padres, abuelos y bisabuelos, pues ser los mejores del mundo en productividad no solo es debido al clima y a la calidad de nuestra hermosa tierra. Ese primer puesto se lo debemos también al esfuerzo de varias generaciones de construir una amplia y compleja infraestructura especializada en el cultivo de la caña de azúcar, en montar las diferentes entidades que juegan cada una, un papel fundamental para el sector, en sudarla a diario para que la próxima generación reciba al igual que ellos, un negocio del cual puedan estar orgullosos.