En el marco del Día de Campo, organizado por Procaña, se desarrolló un panel de productores de caña en el cual se dieron a conocer tecnologías propias del cultivo de caña que se han venido implementado por parte de algunos cultivadores, quienes compartieron sus experiencia de rentabilidad  y cómo el aporte de las tecnologías va más allá, logrando un impacto importante el manejo de los recursos, el cuidado y la protección del medio ambiente y la productividad. 

A continuación podrá conocer un poco sobre las experiencias compartidas:


Productor: Felipe Mejía, La Belleza

Felipe compartió que la incorporación de tecnologías es importante ya que es la manera de mantener el negocio relevante frente a otros cultivo. Su experiencia se basa en dos tecnologías. 1. La implementación del riego por goteo el cual hoy posee en el 70% de su finca, pues de la manera convencional esta labor le significaba más de 60% de los costos de su operación. La inversión fue de 3.5 millones de pesos por hectárea y le ha brindado ahorros en maquinaria e insumos de 700 mil pesos por hectárea, logrando una mayor producción, lo cual se puede argumentar con base en los informes de Cenicaña, que indican que al tener una mejor y más constante humedad en el suelo se logra aumentar la producción en un 20%. El proyecto tiene un perido de recuperación del dinero de 5 años.

  1. La incorporación de paneles solares, los cuales además de brindar beneficios tributarios, generan un menor consumo de energía en el proceso de producción. Con esta tecnología, que requirió de una inversión inicial de 2 millones de pesos por hectárea, la finca logró ahorros en el consumo de energía de hasta 400 mil pesos por hectárea y en su primer año un ahorro por beneficio tributario de 1 millon de pesos por hectárea. Igualmente, afirmó que en los primeros 4 años se pagó la inversión del proyecto y que en la proyección a 20 años de vida que tienen lo paneles, esta herramienta tecnológica brindará, a pesos de hoy, 1.4 millones por hectarea adicionales a la inversión realizada.

Finalizó recomendando a los productores, hacer el proceso de manera planificada y organizada para obtener los mejores resultados.

Productora: Martha Isabel Lince.

La Dra. Martha inició su presentación destacando que la tecnología está al alcance de todos y no depende del tamaño del predio, pues existen tecnologías de bajo o cero costo. Compartió en este panel cuatro tecnologías que está aplicando en su predio: 1. Variabilidad Espacial, la cual le permite conocer las condiciones físicas del terreno para su manejo frente a la labor de roturación del suelo, así como conocer los niveles de los componentes del suelo para hacer la debida fertilización; 2. Seguimiento Satelital y Nutricional, a través del cual ha logrado obtener información de 15 años de su predio y determinar las zonas de manejo homogéneo, obteniendo la información en su celular para el monitoreo constante y definiendo así, acciones de refuerzo de elementos para su suelos, como por ejemplo el nitrógeno, dependiendo de la edad de la caña; 3. Sensores de Humedad, se ubican a 20 metros de la pata del surco, los cuales envían lectura diaria de la humedad en un rango entre 10 y 60 centímetros, de los cuales normalmente tiene en cuenta las profundidades a partir de los 30 cm para con ello tomar decisiones oportunas de riego y no someter a la planta a un estrés hídrico; y por último, 4. Mapas de Productividad, esta herramienta no tiene costo para el productor, ya que la información la entrega la cosechadora al finalizar su labor en el lote, con lo cual determina los bajos niveles de producción y ayuda por ejemplo a complementar la fertilización para la próxima soca o determinar labores focalizadas para optimizar los  recursos en las áreas definidas, con base en la información recibida.

En resumen, esta experiencia desea enseñar que la tecnología permite tener información en tiempo real, realizar labores especificas por sitio y determinar prácticas de manejo. 

 

Productora: Ángela María Cabal.

Para la Dra. Ángela, la tecnología está al servicio de la validación de mejores prácticas de manejo. Su presentación se orientó hacia su experiencia con la adaptación del sistema de riego en su predio, la cual le ha brindado la posibilidad de contar con tensiómetros, además de pluviómetros y monitoreo del pozo en todas las suertes. El proceso inició en 2017 y poco a poco ha ido avanzando, validando la tecnología y haciendo los ajustes necesarios gracias a ese ejercicio, que es dinámico. Relató que a partir de la instalación de los tensiómetros, también inició con el deposito de residuos en todas las calles, encontrando que sin residuos, en menos de 10 días el cultivo alcanzaba el limite de tensión, mientras que con residuos se demoró hasta 40 días en llegar al mismo, datos que dependen del tipo de suelo pues la curva de tensión es diferente, pero siempre benéfica para el proceso. 

Frente a un ejercicio matemático y teniendo en cuenta que el riego es el mayor costo que se tiene para cultivos en áreas secas, explicó que los costos de un riego por hectárea calculados en 387 mil pesos, con el depósito de residuos, se redujeron, pues mínimo el productor ahorró un riego en el despeje, y en el ciclo de los 2 a 10 meses con riego en forma normal y siguiendo las alertas que realiza el sistema de monitoreo, por lo menos también se ahorró un riego en esta etapa.

Es de esta manera como el espacio de diálogo con estos tres productores brindó a los participantes del panel información valiosa para fortalecer sus prácticas de innovación y sostenibilidad.

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