El sector agrícola necesita de una serie de afianzamientos para desarrollar las actividades propias de este renglón de la economía. Estas son: garantías en seguridad para que propietarios y trabajadores puedan laborar tanto en los sitios de producción como en la cadena de comercialización, la revisión del articulado de la reforma laboral en el componente del empleo rural y el aporte que desde gremios como Procaña pueden hacer para implementar modelos que aseguren la comercialización de los productos del campo a la agroindustria o el consumidor final.
Estas fueron las principales conclusiones del panel ‘Retos y oportunidades del agro’, que tuvo lugar en la L Asamblea de Afiliados a Procaña.
La directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Productores y Proveedores de Caña de Azúcar – Procaña, Martha Betancourt Morales, explicó que el sector de la caña de azúcar tiene un sistema contractual que le garantiza ingresos y aseguró que el desarrollo rural integral no se soluciona con tierras. “No es suficiente con ser propietarios de la tierra para que sean productivas, se necesita que los agricultores tengan asistencia técnica, asesoría en comercialización y administración de la producción. En eso, los agricultores de la caña tenemos experiencia y la hemos ofrecido al Gobierno Nacional como una contribución para que el campo colombiano sea rentable”.
En un modelo como el de la caña, dijo el exviceministro de Agricultura, Luis Alberto Villegas, es que deben fundamentarse otras cadenas de producción agrícola nacional. “Los productores de palma han adoptado un modelo similar, lo que les hace rentables. Creo que otros sectores, como el del cacao, podrían ser exitosos si tuvieran un modelo similar de producción de sistemas contractuales con la agroindustria”.
Por su parte, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia – SAC, Jorge Enrique Bedoya, llamó la atención al Gobierno Nacional diciendo que lo que está pasando en materia de seguridad es inaceptable. “En Tuluá la extorsión es el flagelo más importante para los productores. Otras zonas del país con el mismo problema están en Meta, Arauca, Casanare y Guaviare. Ni hablar de la invasión de tierras, quema del cultivos y amenaza de los trabajadores en el norte del Cauca o váyase a vender huevo a las comunas en Medellín, fijo lo extorsionan”.
En el panel, el gerente de Fedepanela recalcó la atención sobre la promoción del consumo de panela, tema al que le han pedido al Gobierno Nacional un acompañamiento, al igual que en la estabilización de los precios del mercado nacional, dado que los costos de producción están superando lo que reciben en la comercialización.
De acuerdo con el directivo gremial, trabajan en esfuerzos importantes para seguir exportando panela, en la diversificación de productos, como el de licores agrícolas que les permite la Ley 2005 de 2019, y en la formalización de empleo del sector.
Es por eso que frente a la reforma laboral que hace su trámite en el Congreso de la República, el presidente de la SAC hizo una serie de recomendaciones a los congresistas y al Gobierno Nacional para proteger el empleo rural. “Políticamente se debe enviar un mensaje que con el trabajo formal de los colombianos no se juega, en el campo la informalidad es del 86 % y en el resto del mercado laboral es de más de 50 %”.