Por: Carlos Hernando Azcárate, agricultor y miembro de la Junta Directiva de Procaña

Antes de hablar de diversificación de cultivos o cultivos alternativos, es importante tener claras las condiciones que se necesitan para una agricultura óptima:

1. Que haya mercado: El agricultor debe tener la garantía de cultivar productos que sean una necesidad para la comunidad.

2. Que se pueda producir: Quien decide cultivar, previamente ha identificado que las condiciones medioambientales o permiten.

3. Que sea sostenible: El esfuerzo que hace el agricultor al cultivar, cosechar y almacenar o procesar, debe ser retribuido con un pago razonable, que le permite asumir los riesgos frente a la incertidumbre del clima, de precios y de mercados. Al ser rentable podrá seguir generando empleo, aportando al fisco local y nacional e invertir en la investigación y la adopción de nuevas tecnologías

4.  Que haya confianza en la rentabilidad: El agricultor moderno no negocia las condiciones medioambientales, la apuesta a un suelo sostenible para que otros cultivos y otras generaciones también puedan usarlo.

Estas condiciones son indispensables para cualquier cultivo en cualquier parte del país.

La sostenibilidad económica y el equilibrio ambiental de nuestra región agrícola, podrían fortalecerse si se incorporan cultivos complementarios que se siembren simultáneamente con la caña, o cultivos en rotación que se puedan establecer por períodos determinados en un lote, que eventualmente se sembrará nuevamente en caña, siempre y cuando cumplan con las condiciones antes enumeradas.

Es posible que la rotación de cultivos pueda ayudar a los microorganismos del suelo para que los nutrientes profundos puedan ser extraídos a la superficie por las raíces y los aprovechen, inclusive los cultivos convencionales semipermanentes.

Para ser productores de cultivos de ciclo corto, se necesita apoyo del Estado.

Colombia necesita fortalecer el campo, aumentar la oferta nacional y atender los mercados locales de productos agrícolas de ciclo corto. Para cumplir con estos propósitos, los agricultores de caña de la región del valle del río Cauca, (o de cualquier otra de las regiones incluidas en la Frontera Agrícola), que también podrían serlo de arroz, maíz, sorgo, soya o algodón, requieren el fortalecimiento de los organismos gremiales, el desarrollo de mecanismos de estabilidad en los precios y protección frente a la competencia de productos agrícolas extranjeros, altamente subsidiados.

El Estado debe proveer los recursos financieros para la inversión no solo en infraestructura vial, sino también los necesarios para la adquisición de equipos de siembra, cosecha, trasiego, almacenamiento y procesamiento básico. Es evidente que todo ese esfuerzo del Estado, deberá hacerlo principalmente en otras regiones con potencial agrícola, donde las alternativas no existan para cultivos ya establecidos.

Esto explica la razón por la cual los agricultores de la región del Valle que hoy cultivan caña para producir azúcar, alcohol carburante y energía limpia, en un proceso que ha durado más de un siglo, han incorporado este cultivo a partir de distintas circunstancias, después de haber sido ganaderos, empresarios cultivadores de arroz, maíz, sorgo, soya y algodón. Estos cultivos fueron desplazados, porque eventualmente, la caña cumplía mejor con las cuatro condiciones inicialmente enumeradas.

Haber contribuido a desarrollar la gran agroindustria de la caña no es un crimen, sino la demostración de que se han aprovechado la conjunción de factores como la bondad del suelo, la persistencia y permanente inversión en las fábricas efectuadas por los pioneros, quienes han aportado a la región no solo su capacidad empresarial, sino también la importación de tecnologías para el manejo del campo. Todo, sumado a la disponibilidad de los agricultores para adoptar las nuevas prácticas y comprometerse con la producción, la investigación y el respeto por el medio ambiente.

Por esta razón, la posibilidad de tener cultivos alternativos en el valle cañero, dependerá solo de que sea sostenible ambiental, social y comercialmente.

El cultivo de la caña es uno de los más sostenibles, garantiza la calidad de los suelos y es el soporte laboral de la región.

La agricultura de la caña es el mayor cultivo comercial en la región del valle alto del rio Cauca, porque es la mejor alternativa. De ello los agricultores estamos orgullosos.

× En qué le puedo ayudar?