Por: Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC
Procaña cumple 50 años de existencia en momentos en los que la labor gremial es más exigente y necesaria. La violencia contra trabajadores rurales en el norte del Cauca y los crecientes problemas de seguridad en el suroccidente colombiano, la llegada de un nuevo gobierno y sus propuestas de reformas y políticas, que definen la suerte de muchos sectores de la producción agropecuaria.
Las dinámicas políticas y las elecciones de alcaldes y gobernadores que están cada día más cerca, los constantes bloqueos a corredores viales críticos del país, los cambios en el clima que impactan considerablemente a nuestro sector y los retos del mercado laboral rural, son algunos de los temas que debemos atender y trabajar de manera conjunta al interior de la SAC y de sus afiliados.
Por esto desde nuestra Junta Directiva reconocemos, valoramos y agradecemos el permanente apoyo, compromiso y trabajo en equipo que desarrollamos con Martha Betancourt, directora ejecutiva de Procaña, y su equipo de colaboradores en cada uno de estos temas.
La articulación en la búsqueda de las mejores políticas públicas transversales para nuestro agro pasa por el entendimiento de las necesidades de cada uno de los sectores que lo componen, la discusión técnica sobre los temas estratégicos, y claro, la definición consensuada del curso de acción a seguir en la gestión con las diferentes ramas del poder público. En este proceso hemos sido afortunados de contar con el liderazgo y persistencia de Martha, que complementa la activa participación de los representantes de los demás afiliados a la SAC.
Es claro que los temas nacionales no definen exclusivamente la gestión gremial a nivel territorial, la cual requiere de un esfuerzo permanente en un entorno que es dinámico y exigente por las características sociales y políticas del territorio. Y por eso aplaudimos el compromiso y liderazgo que durante 50 años ha tenido Procaña para el cumplimiento de la misión de mejorar la calidad de vida de los cerca de 4.500 productores de caña que tiene nuestro país y que hacen parte de una importante cadena productiva que genera 286 mil empleos y beneficia a más de 1,2 millones de personas en los departamentos del Valle, Cauca, Risaralda, Quindío y Caldas.
Su trabajo, que también apunta al desarrollo sostenible del territorio y al mejoramiento de la sana convivencia entre los pobladores de las regiones, sigue siendo fundamental para una Colombia que no se cansa de reclamar seguridad rural, empleo formal, educación y plena dotación de bienes públicos de calidad para el campo, factores críticos para la competitividad de nuestros productores.
Desde su fundación en 1973, apoyar el conocimiento técnico de cara a mejorar la productividad del cultivo fue una de las banderas de esta asociación. Diez años después y anticipando los retos que traería la producción de alcohol carburante, Procaña lideró diferentes actividades de investigación, capacitación y de elaboración de propuestas de política pública.
A partir del 2012 se fortalece la internacionalización gremial con la participación en eventos sectoriales y con la construcción de alianzas estratégicas para el desarrollo de proyectos relacionados con la sostenibilidad, las buenas prácticas, el relevo generacional y la generación de valor agregado en la cadena productiva. Todos estos temas continúan vigentes en la agenda sectorial y refuerzan la gestión para la mejora competitiva de sus productores.
El papel de Procaña en la defensa de la propiedad privada, en el justo reclamo a las autoridades frente a las necesidades de garantías de seguridad territorial y en la búsqueda de soluciones a los múltiples retos del suroccidente colombiano también hacen parte de esa gestión que se complementa en el territorio con la de otros afiliados a la SAC y que siempre buscamos complementar a nivel nacional.
Los afiliados a Procaña se deben sentir orgullosos de pertenecer a una institución que trabaja permanentemente en todos los frentes que definen la competitividad, viabilidad, bienestar y futuro no solo del sector, de sus productores y colaboradores, sino también de los pobladores de las zonas donde se desarrolla su actividad.
Nuestro deseo es que durante los próximos 50 años sus afiliados continúen fortaleciendo y apoyando a esta organización y claro, que podamos seguir contando con su decidida participación en la Sociedad de Agricultores de Colombia.
De nuestra parte, saben que cuentan con nuestro compromiso para seguir gestionando en todos los escenarios las políticas que beneficien a esta gran cadena productiva y a todos los sectores del agro colombiano.
¡Felicitaciones en estos primeros 50 años!